jueves, 7 de junio de 2012

Día de la expresión, sin libertad

Por Gabriel Mercado


Este 7 de junio celebramos el Día de la Libertad de Expresión, libertad que sólo existe de palabra. El presidente, gobernadores, alcaldes, legisladores y funcionarios públicos siguen realizando prácticas para coartar ese derecho y evitar ser exhibidos a la hora de cometer alguna irregularidad o desvío de recursos.

Han pasado casi 10 meses del asesinato de Humberto Millán, periodista del periódico digital A Discusión, sin que existan avances mínimos para hacer justicia. En esa misma situación se encuentran decenas de homicidios de compañeros en todo el país.

El recrudecimiento de la violencia, la embestida del narco, buscando no sólo controlar territorios, sino también a los medios de comunicación, ha dejado a los reporteros en medio de la línea de fuego.

Mientras el Ejército y la policía combaten la delincuencia, sus elementos corrompidos son parte del entramado para debilitar al Estado, y los encargados de comunicar corren riesgos al acudir a fuentes o estar cerca de servidores públicos al servicio de la mafia.

Pese a la aprobación de la nueva ley para defender a periodistas, mientras no se combata la impunidad ni la corrupción, seguiremos viendo cifras trágicas y medios acallados a amenazas o balazos.

En diversas entidades de la república la situación es inconcebible. Llamadas telefónicas a las empresas informativas pidiendo no publicar la nota de algún ejecutado o demandando salga la imagen de una narcomanta, listas de reporteros en la mira de los criminales, 'levantones', golpes, agresiones, son el pan de cada día.

Es una ilusión de las autoridades decir que no existe un Estado fallido. Un país donde la gente huye de sus hogares por miedo, donde no se puede informar sin el riesgo a ser eliminado, donde los criminales se pasean armados y cometen delitos con total saña y sin ser detenidos, no puede tratarse de un gobierno adecuado.

La realidad es que existe una autocensura. Son escasos aquellos que se atreven realmente a investigar y señalar corruptelas, y muchos menos son los que lleguen a acusar a alguien de nexos con el narco.

Este día lo que hay que celebrar es el valor de los periodistas. Se debe seguir adelante informando, buscando la manera de llegar a la noticia sin arriesgar la vida, y exigir y demandar verdaderos apoyos y leyes a favor del gremio, así como una mayor prevención, seguridad y procuración de justicia.

Un abrazo a todos los compañeros periodistas, debemos continuar este camino, ya que más allá de una profesión, ejercer esta labor es realmente una forma de vivir.

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