martes, 1 de mayo de 2012

Votar o no votar ¿esa es la cuestión?

Por: Gabriel Mercado


Estas elecciones han sido muy especiales, en particular por el descontento de la ciudadanía hacia el perfil de los candidatos y la guerra sucia iniciada incluso desde las precampañas, lo cual ha derivado en una decepción en una buena parte del electorado, y unas ganas fervientes por no acudir a las urnas o de hacerlo, ir sólo para anular el voto.

La cuestión es ¿vale la pena no elegir a ninguno de los candidatos? Muchos se preguntan: por qué debería votar por estas personas si no me han dado un propuesta convincente, no me gusta su partido, no me agrada su pasado o vienen a prometer lo que todos prometen y no cumplen.

El repudio hacia la clase política en la población se ha acrecentado con los años, debido a malos gobierno, corruptelas, una política economía atroz y una violencia desenfrenada y sangrienta.

Ni el presidente, ni los gobernadores ni los alcaldes han logrado dar los resultados que el pueblo demanda, la gente es exigente, pero sin importar sus protestas o sus gritos silenciosos, no ha habido respuesta positiva de la clase política en ningún nivel o esta ha sido muy pobre.

¿Entonces cómo el ciudadano de a pie podría hacer válido su reclamo?, cómo hacerle ver al legislador que aprueba cuentas públicas amañadas que será castigado de algún modo o al funcionario que cometió un acto irregular que recibirá una sanción, aunque ante los ojos de las auditorías, pese a sus propios señalamientos, es exonerado porque "subsanó las observaciones".

No importa si estos funcionarios desviaron recursos públicos, despilfarraron el erario en su informe, en cerveza para sus eventos, en viajes, en viáticos o dejaron obras inconclusas e inútiles en las que se fueron cientos de millones de pesos. La mayoría sigue nadando como pez en al agua en el gobierno o postulándose como candidato.

Imaginemos que están en la primaria o secundaria y van a armar un equipo de futbol para una cascarita. Antaño dos personas elegían de entre un grupo de niños, y seleccionaban de preferencia a los mejores, ya que lo importante era ganar o divertirse, y para ello lo mejor era tener al grupo más competitivo.

Tal vez no podías incluir a un niño de otra escuela que sabes juega mejor, es más rápido o más hábil con el balón, porque simplemente no podía entrar al plantel, ni tampoco tendrías a la mano a un Cristiano Ronaldo o un Messi para elegir por obvias razones. Es decir, sólo podías escoger de los jugadores a la mano.

Si aplicamos esto a la práctica electoral. El ciudadano debe ser diestro y obtener la suficiente información para elegir al mejor candidato. Este año el equipo se va a llamar México, y los electores lo van a armar. Para ello deben ser concientes de muchos aspectos:

-La formación: ¿Qué vamos a elegir este 2012? Presidente, senadores y diputados. Debemos tener los conocimientos básicos del papel de cada uno, sus funciones y lo que pueden y no pueden hacer, y comparar con el perfil de los aspirantes, para así saber si son lo suficientemente aptos para desempeñar esa labor o al menos harán una buena representación del equipo.

-Las capacidades: Si vas a poner un portero eliges a alguien bueno con las manos. Si será el delantero, será alguien especialista en el disparo, un mediocampista sería un buen pasador o con dribleo. Además, si ya una vez pusiste a tu equipo a alguien que no conocías, y terminó en una posición en la cual fracasó, no lo escoges o no lo vuelves a poner ahí. ¿Entonces por qué votaría por una persona que te ofrece terminar con la corrupción si cuando fue alcalde se le acusó de malos manejos en las finanzas? Por qué poner a un individuo como representante popular en el Congreso de la Unión si cuando fue legislador local nunca subió a tribuna, faltó la mayoría de las sesiones, estuvo en contra de iniciativas de avanzada que eran necesarias y/o nunca propuso una buena reforma.

-La figura: Cuauhtémoc Blanco no es un adonis, y sin embargo fue un buen jugador de futbol, Hugo Sánchez será muy presuntuoso y le caerá mal a algunos, pero eso no quita que logró 5 pichichis. Es decir, la selección debe ser en base a sus logros y no sus rostros, forma de hablar, de vestir o el sentimiento de empatía que generen. Si son buenos para el puesto, por muy fea o bella que sea la persona, lo relevante es lo que logre para el equipo.

-Los rumores:  No te precuparías para meter a un jugador si dicen que es mujeriego o si le gusta presumir joyas finas o si sus hijos son malcriados o dicen que sus amigos son unos ladrones. La persona a entrar al equipo se dedicará a jugar, no a otras cosas, y en caso que "eso que dicen" lo pudiera hacer y en alguna forma afectaría al grupo, entonces hay que evaluar detenidamente a los otros.

Todo esto redundaría en el típíco "elegir al menos peor", pero no es así, los ciudadanos debemos quitar la negatividad de nuestras mentes y pensar en emitir el sufragio "por el mejor". ¿Cómo informarse? Están en internet los perfiles abiertos de los candidatos, pueden buscar en los medios en la web datos sobre ellos, desempeño en sus posiciones de gobierno, si es que las han tenido o logros como miembros de la sociedad. Todo eso se debe sopesar y a partir de ahí ir por el que consideren el más apto.

Es libertad de cada quien no votar o anular su voto, pero en la escuela pasaba que si no querías elegir, alguien más entraría al quite para armar al equipo, y a lo mejor terminabas jugando con los peores y perdías o para tu infortunio, ni siquiera te escogían para jugar y quedabas fuera y relegado.

Esta es la forma de demostrar a los políticos que la sociedad piensa y decide. Así es como podemos castigar a aquellos que no tuvieron buenos desempeños o incumplieron su palabra. Recuerden que lo importante es ganar, y no es una victoria cualquiera la que se busca, es un triunfo en aras de construir una mejor sociedad, un gobierno verdaderamente preocupado por darnos una calidad de vida decente, con mayor seguridad, empleo, educación, salud y un largo etcétera.

Así es la democracia, ese es el poder ciudadano. Se peleó muchos, muchos años por obtenerlo, ¿y no piensan aprovecharlo? Deberían reconsiderar aquellos indecisos y asistir a las urnas para poder ser parte de los "armadores" de este equipo, al cual en realidad pertenecemos todos.

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